Orientación Laboral

En primavera, cuando aparece el buen tiempo, las personas se quitan las capas de ropa que han llevado durante el invierno y son conscientes de los excesos alimentarios que han cometido.

Una solución para no asustarse antes del verano por el aumento de peso es llevar una dieta equilibrada durante todo el año. Una dieta equilibrada radica en comer hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Todos los citados elementos hay que comerlos de forma proporcionada y no abusar del consumo de ninguno de ellos.

Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del organismo, se hallan en alimentos como los cereales, el arroz, la pasta o la miel. Su ingesta dependerá, principalmente, de la actividad física de las personas. Las grasas son importantes para el organismo, pero no se puede abusar de las mismas porque consumirlas en exceso puede comportar problemas de obesidad, diabéticos o cardiovasculares, entre otros.

Las grasas se encuentran en alimentos como los aceites, la mantequilla y los lácteos. Las ingesta de proteínas también es muy importante y, aunque algunas dietas, como las vegetarianas, aconsejan no consumirlas, son elementos indispensables. Las proteínas se encuentran, principalmente, en carnes y pescados.

Las vitaminas son substancias químicas que el organismo no sintetiza, pero ayudan en la transformación que siguen los sustratos en las vías metabólicas. Por este motivo son tan utilizadas por los deportistas. Las vitaminas las encontramos en alimentos como las legumbres, los cereales y la fruta.

Los minerales están en gran parte de los alimentos, tienen mucha importancia porque, entre otras funciones, ayudan a la reconstrucción de los tejidos del cuerpo humano, a la contracción muscular y a la coagulación sanguínea.

Son primordiales minerales como el calcio, el sodio, el hierro, el yodo o el magnesio. Por último, es importante beber entre uno y dos litros diarios de agua, dependerá de la estación del año y de la necesidad de cada persona.

Las personas que no quieren llevarse sustos cuando empieza la primavera, deben seguir una dieta equilibrada, además si ésta la compaginan con un ejercicio diario como caminar durante una hora, podrá mantener su peso todo el año y, de este modo, no tendrán sorpresas al llegar la primavera.